En el marco de un nuevo Día Internacional de la Mujer Trabajadora, cientos de miles de mujeres ocupadas, estudiantes, campesinas, docentes, estatales, desocupadas y precarizadas, con la fuerza del movimiento LGBTIQ+, nos encontramos durante todo el mes de febrero a lo largo y ancho del país para preparar un nuevo Paro Internacional de Mujeres.
¿POR QUÉ EL 8M?
Desde mediados del Siglo XIX, fue creciendo el desarrollo del movimiento obrero, y hubo muchas luchas encabezadas por las trabajadoras, principalmente en Europa y Estados Unidos. Muchas veces se adjudicó a alguna de estas luchas, o a hechos trágicos para las obreras, el origen de la realización de una jornada de lucha por los derechos de las mujeres.
Ya en el siglo XX, en el marco de los Congresos de la Internacional Socialista, se realizaron, primero en 1907 y luego en 1910, dos Conferencias Internacionales de Mujeres Socialistas.
En la Segunda Conferencia, realizada entre el 25 y el 27 de agosto de 1910 en Copenhague, capital de Dinamarca, participaron cerca de 100 delegadas de partidos socialistas de 16 países, y estuvo presidida por la revolucionaria alemana Clara Zetkin. Ella fue quien propuso una “jornada especial” de las mujeres “siguiendo el ejemplo de las compañeras americanas”, que venían realizando un “women’s day” (día de la mujer) desde 1908, con el objetivo de reivindicar los derechos sociales y políticos, principalmente el derecho al voto de las mujeres.
La resolución aprobada por la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas estableció que “De acuerdo con las organizaciones políticas y sindicales con conciencia de clase del proletariado de sus respectivos países, las mujeres socialistas de todas las nacionalidades tienen que organizar un Día de la Mujer especial, el cual, ante todo, tiene que promover la propaganda del sufragio femenino. Esta demanda debe ser discutida en relación con toda la cuestión de la mujer, según la concepción socialista. El Día de la Mujer debe tener un carácter internacional, y ser cuidadosamente preparado”.
El primer Día de la Mujer de carácter internacional se realizó en 1911 el 19 de marzo, en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Según Alejandra Kollontai, comisaria del pueblo de Asuntos Sociales y de la Mujer en el primer gobierno tras la revolución socialista rusa presidido por Lenin en 1917, la primera vez que el Día de la Mujer se conmemoró un 8 de marzo fue en 1913. Ya en 1914 el tema principal de las jornadas del 8 de marzo pasó a ser la oposición a la guerra imperialista que pasó a la historia como Primera Guerra Mundial.
El mérito de difundir en todo el mundo la jornada el 8 de marzo corresponde a las mujeres comunistas. El naciente Estado soviético, en 1922, decretó que en la URSS el 8 de marzo era “el día de la obrera”, recordando el levantamiento de las mujeres de Petrogrado el 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en el antiguo calendario ruso) –que salieron a las calles demandando “pan para nuestros niños” y “el retorno de nuestros esposos de las trincheras”– que dio inicio a la Revolución de Febrero de 1917, que provocó la caída del zar, y abrió el camino a la revolución socialista de octubre.
Los partidos comunistas de todo el mundo, ya en las décadas del 20 y del 30, impulsaron la realización de jornadas por los derechos de las mujeres en distintos países. Si bien el derecho a voto era un tema fundamental, no se relegaban los derechos laborales y sociales. De estos tiempos viene la consigna “Igual salario por igual trabajo”, que mantiene toda su vigencia.
En nuestro país fue también el viejo Partido Comunista el primero en promover, en la década de 1920, la jornada del 8 de marzo con actividades por los derechos sociales y políticos de las mujeres trabajadoras.
Hoy, tras la derrota del socialismo en todo el mundo y con el avance de una gran oleada anticomunista impulsada por el imperialismo, se ha tratado (y se trata) de borrar el origen de clase de esta jornada histórica. Sigue siendo deber de las comunistas trabajar para que no se borre la figura de las mujeres trabajadoras de la efeméride. No celebramos: conmemoramos y honramos esta jornada histórica como un día internacional de lucha por nuestros derechos como mujeres trabajadoras.
SER MUJER EN ARGENTINA ES UN FACTOR DE RIESGO
En un año que comenzó sin Ministerio por decisión del Gobierno, se registraron al menos 267 femicidios entre el 1 de enero y el 30 de diciembre de 2024, de acuerdo a los últimos relevamientos realizados por distintos observatorios de género.
Lo que significa que en nuestro país, asesinan a una mujer cada 32 horas por motivos de género. Solo durante diciembre fueron 33 los casos, es decir 1 cada 22 horas, y en lo que va del 2025 ya se registran más femicidios que días.
Crece la violencia y se reducen las políticas públicas para enfrentarla
El Estado Nacional acompañó sólo a 13 de las cientos de familias que perdieron a sus madres, a sus hijas, a sus hermanas, a sus tías y a sus primas en manos de la violencia machista, destinando 0 pesos al Programa para el Apoyo Urgente de Asistencia Integral durante el año pasado. También cayó el número de mujeres y diversidades incorporadas al ya limitado Programa Acompañar. En 2024 hubo un 98% menos de personas asistidas que en 2023, y para este año se eliminarían las partidas presupuestarias para este programa.
Se desmanteló la línea 144, dejando turnos sólo con 2 personas atendiendo llamadas de todo el país, pero también disminuyeron un 11% las llamadas a esta línea, como consecuencia del amedrentamiento impulsado por el Presidente.
Se redujeron las denuncias por motivos de género. De los femicidios registrados en 2024, sólo el 19% de las víctimas había realizado al menos una denuncia y el 9% tenía medidas de protección, porque los discursos que niegan la violencia que sufrimos y la política de desmantelamiento llevada adelante por Javier Milei y su gabinete, demuestran en cifras que lo único que generan es desaliento a la hora de denunciar a nuestros agresores.
NOS ENCUENTRAN EN LAS CALLES
Transcurrido poco más de un año de gobierno fascista, misógino, hambreador y entreguista de Javier Milei, somos miles las que en unidad nos encontraremos en las calles en defensa de nuestros derechos.
El movimiento de mujeres, feminista y de las diversidades fuimos protagonistas de la marea antifascista que el primero de febrero tomó las calles de más de 150 ciudades y pueblos de nuestro país contra los dichos nefastos del presidente en el Foro de Davos.
Fuimos parte de esa movilización histórica las mismas que venimos siendo motor de las luchas en defensa de la salud y la educación pública, en defensa de nuestra soberanía nacional, por salarios dignos, por la entrega de alimentos a los comedores populares que resisten en los barrios apelando a la solidaridad de nuestro pueblo, por jubilaciones dignas, contra el desmantelamiento del Estado Nacional que dejó a cientos de trabajadoras y trabajadores en las calles, y contra la derogación de la moratoria previsional que le va quitar a cientos de mujeres en todo el país la posibilidad de jubilarse, nombrando sólo algunas de las luchas que recorren nuestro país como expresión de las más de 1800 “conflictos sociales y laborales” que registró el Observatorio de Trabajo y Derechos Humanos de la UBA en tan solo 1 año y 3 meses del gobierno actual.
Atacan a un pueblo que lucha, que responde y que pelea en las calles.
Todos los días, en todos los rincones del país, existen jornadas de lucha en defensa de nuestros derechos. Seguimos peleando por un paro nacional, activo y multisectorial que se proponga aglutinar todas estas luchas en un puño que le pueda torcer el brazo al gobierno nacional.
Seguimos luchando contra el hambre, el saqueo y la crueldad
Por la Declaración de la Emergencia en Violencia Contra las Mujeres
Por la apertura del programa nacional de promotoras territoriales que reconozca política y económicamente el trabajo que realizan las compañeras en todo el país.
Por Tierra, Techo y Trabajo para todas.
Contra la brecha salarial. Igual salario por igual tarea.
Por la plena implementación de la Ley de ESI, de anticoncepción gratuita en todos los hospitales y salitas del país y que se garantice en cada región del país el acceso al aborto legal, seguro y gratuito.
Por el pleno cumplimiento de la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal “Diana Sacayán y Lohana Berkins”
Contra el desfinanciamiento de las universidades nacionales. ¡Más presupuesto para la Educación!
Ante el avance de los discursos fascistas, la legitimación de los discursos de odio y las políticas excluyentes, nos proponemos rebalsar las calles de nuestro país en una gran jornada de unidad y lucha. Porque nuestras conquistas están en peligro, porque ridiculizan nuestros reclamos, porque nos amedrentan y buscan silenciarnos, seguimos acá, en defensa de nuestros derechos y luchando por todo lo que nos falta. ¡Vamos por un gran 8M que rebalse todas las calles de nuestro país!



