Defendemos la universidad pública en las calles

Conversamos con el compañero Nehuén Corbeletto, coordinador nacional de la Corriente Estudiantil Popular y Antiimperialista (CEPA) y dirigente de la JCR, luego de lo que fue la masiva marcha universitaria que conmovió a todo un país.

Nehuén plantea en primer lugar que “la movilización fue gigantesca. No solamente del movimiento estudiantil y de los docentes y no docentes, sino de también del pueblo en su conjunto, sectores de trabajadores ocupados y desocupados, que se apropiaron del reclamo, lo tomaron como propio.

“Fue muy masivo. Impresionante, en Capital Federal y en todo el país. Fue una piña al gobierno, en su pretensión de ataque a la Universidad. No sólo con el recorte presupuestario, sino a la función de la Universidad, con esos planteos de adoctrinamiento, y de que la plata se la roban. Por eso en las calles demostramos que lo que está en discusión es la defensa de la Universidad.«

A partir de esta masividad, queda abierto como seguir. Milei primero tuiteó que era una marcha política de un sector que quiere mantener sus privilegios. Después sacó otro comunicado diciendo que la educación era una “causa noble”, pero la marcha tenía motivos oscuros.

“Lo que nosotros decimos es que estudiar no es un privilegio, y que lo que está en discusión es que la Universidad sea pública. Milei no la ve. No ve lo que fue la marcha.»

El refuerzo que anunciaron el lunes, del presupuesto, es totalmente insuficiente. Es un 70% en marzo y otro 70% en abril, pero del 5% del total del presupuesto. Es bueno porque es mejor que nada, pero no resuelve porque te queda toda la masa salarial de docentes y no docentes, que está perdiendo contra la inflación de manera brutal.

“A los estudiantes nos afecta la política del gobierno, en primer lugar con la inflación. Tenemos el tema del aumento del boleto, que en algunos lugares ya está en $700, $800 y $900, y no hay boleto estudiantil en muchas provincias. Otro tema es la beca Progresar. Lo mantienen en $20 mil, como el año pasado, con una inflación del 287%, y reabrieron la inscripción sumándole una cantidad de restricciones. En muchos lugares se suma el aumento de los alquileres, agravado con el DNU del gobierno que liberó los precios, lo que hace imposible a muchas y muchos estudiantes que van de los pueblos del interior a las capitales de provincia, o a otras provincias a estudiar, se puedan mantener en las facultades. Ni hablemos del costo de los materiales de estudio, apuntes, etc.»

“Tenemos el registro de cómo ha bajado la composición de las y los estudiantes que vienen de afuera de donde está la universidad, y algunos tratan de seguir en la universidad más cercana a sus casas. Esto también hay que ponerlo sobre la mesa, porque si bien el ataque es a toda la Universidad, las que más sufren el ahogo son las más chicas. Por eso también fue tan federal la movilización, donde había una sede o una facultad se salió.»

Protagonismo estudiantil

Sobre cómo se gestó la gran jornada de lucha dice Corbeletto que “esto arrancó con la lucha de los docentes universitarios por salarios. Y ya veníamos discutiendo el tema del presupuesto en el movimiento estudiantil. Fuimos de menos a más. Impulsamos una movilización en conjunto con docentes y no docentes antes que empezara la cursada en La Plata y en Quilmes. Fueron muy buenas.»

“Fuimos impulsando clases públicas, y los gremios se fueron uniendo en jornadas nacionales. La Conadu Histórica impulsó paros activos. Los estudiantes fuimos impulsando iniciativas propias para que el conjunto pueda protagonizar y poner nuestros reclamos en el conjunto de la lucha. Hubo decenas de clases públicas, donde estamos y donde no estamos. Sumamos iniciativas como abrazos, banderazos, ollas populares.«

“La lucha fue creciendo, y en una reunión del frente sindical, hace dos semanas, nosotros y otros sectores planteamos la necesidad de una jornada nacional de lucha, para fines de abril o principios de mayo. Esto se acordó y luego lo tomaron los rectores, que adhirieron. Esto no pasó nunca. Por eso en la última jornada de lucha, del 10 y 11, ya fueron confluyendo los distintos sectores con múltiples actividades.

“El gobierno, en vez de dar respuestas, siguió con las provocaciones. Encima inventó un acuerdo con los rectores que no existió.»

Sobre el gran protagonismo de miles de estudiantes, trabajadores, padres, que en las marchas llevaban sus propios carteles con múltiples expresiones, Nehuén reflexiona: “En esta jornada no salimos sólo los que no votamos a Milei. La única división que se vio es entre los que atacan la universidad pública y los que la defendemos.«

“Y esto va más allá de a quién votamos. Porque lo que conocemos de los que votaron a Milei en el movimiento estudiantil, no lo hicieron para que destruya la universidad pública. Lo hicieron partiendo de que estamos mal y que hay que cambiar. Muchos nos decían “No lo va a hacer. Y si lo hace vamos a salir a defender la universidad pública”. Y se vio cómo está en grandes masas el rol de la universidad pública, que para muchos es poder avanzar socialmente. Familias enteras que salieron a apoyar a sus hijos que son primera generación en la Universidad. Hay que tener en cuenta que hace 30 años había menos de un millón de estudiantes universitarios, y hoy somos más de dos millones. Eso se ve peligrar en lo inmediato”.

“El gobierno tiene un problema”, dice Nehuén sobre qué perspectivas se abren tras la gran jornada del 23. “El lunes anterior dijo ‘déficit cero y no voy a largar un peso’. Si aumenta la partida presupuestaria va en contra de lo que dijo. Para el conjunto del pueblo se abre la posibilidad de demostrar que se le puede abrir la mano al gobierno, consiguiendo un aumento del presupuesto para el funcionamiento de la Universidad y los salarios docentes. Por otro lado, si dice que no hay un peso, vamos a una confrontación mayor.«

Ya aparece esta pregunta entre sectores de estudiantes ¿Qué pasa si el gobierno no larga nada? ¿Qué tenemos que hacer? «Por eso ahora nosotros vamos a una discusión con la masa estudiantil en los cursos, en los pasillos, en todos lados, para hacer balance de la marcha del 23. En primer lugar, que fue un éxito, que fue un golpe al gobierno, y para discutir cómo seguir.»

Finalmente, el compañero resalta el importante trabajo de la CEPA en todo el país, impulsando la lucha, y de la JCR. “En este proceso, en pocas semanas, en muchos lugares han crecido nuestras agrupaciones estudiantiles, y pasamos a tener presencia en muchas facultades que no estábamos, y también se han afiliado compañeras y compañeros a la JCR, ya que peleamos por integrar este proceso con la afiliación y el Mes de la Prensa”.

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