El pasado 7 de junio en Paraná Entre Ríos, Brenda Alvarenga, quien era compañera del taller de panadería de la Casita de Atención y Acompañamiento Comunitario «José Daniel Rodríguez», fue asesinada por su ex pareja Alan Domínguez. A pesar de tener denuncias previas por violencia de género, las mujeres y disidencias estamos expuestas a cada vez más violencia, cada vez más ensañamiento contra nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Esta situación puede ser evitada, porque a lo largo de nuestro recorrido histórico de lucha hemos tenido avances que han permitido generar dispositivos que muchas veces no funcionan por falta de voluntad política de quienes son responsables de hacerlos eficaces. No es responsabilidad nuestra, de las promotoras, perseguir a los funcionarios de las fuerzas de seguridad, ni a las fiscalías para que se respeten nada más y nada menos que las leyes que rigen nuestra vida, y sin embargo lo hacemos a diario: acompañamos a quienes no quieren tomarles las denuncias en comisarías o las “orientan” a que sean exposiciones, recorremos y tocamos puertas de los tribunales buscando el recorrido de causas que no parecen avanzar, volvemos acompañar a hacer denuncias de restricciones que no se cumplen, y sin embargo, la violencia escala y los discursos de odio la alientan, los femicidios no paran de crecer, y las políticas públicas para prevenir y sancionar la violencia contra nosotras se achican cada día más.
Nos negamos a que cada mujer asesinada sea un número en las estadísticas del horror, nos negamos a dejar pasar la impunidad de “los hijos del poder político y judicial”, nos negamos a callar la bronca de la muerte evitable.
¿Qué más debemos hacer para que no nos sigan asesinando? ¿qué camino tenemos que tomar para que nuestras Julietas, Brendas y Susanas estén seguras en sus casas? ¿Qué opciones nos da esta justicia que falla una y otra vez habilitando a que los femicidas gocen de impunidad hoy e impunidad futura? ¿Hasta cuándo se aguanta?
Nosotras somos creadoras del proyecto de Ley de Emergencia en Violencia para nuestra Provincia y a nivel nacional, que no pasó del estado parlamentario.
Cada uno de los femicidios tiene un recorrido previo que se puede interceptar con presupuesto acorde y voluntad política ¿Quiénes se responsabilizan de esta situación?
El Gobierno Nacional de Javier Milei con sus políticas de hambre y entrega nos sumen cada vez más a la exposición de la violencia y vulnerabilidad, a su vez desmantela todo lo vinculado a protegernos, niega la violencia de género y alienta la misoginia.
Luego de asumir el 10 de diciembre el gobierno disolvió el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, reduciéndolo a subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género. Pero esta dependencia ni siquiera llegó a los 180 días que lo cerraron definitivamente, desguazando también la línea 144 y el programa Acompañar.
En Paraná se cometieron dos femicidios en una semana y las estadísticas nacionales subieron de 1 cada 35 horas a 1 cada 26 horas. Así sin más, cada uno de los días que vivimos una de nosotras es asesinada por un femicida.
Hoy en la ciudad, 250 personas, encabezada por familia y seres queridos de Brenda, la Multisectorial de Mujeres Entrerrianas y la Asamblea de Mujeres y Disidencias, movilizamos desde plaza 1ro de Mayo hasta tribunales, donde pegamos carteles con foto y nombre del asesino exigiéndole al gobierno provincial y nacional la Declaración de la Emergencia en Violencia contra las Mujeres.
¡Que la familia de Brenda consiga la justicia necesaria! ¡que no tengamos que andar mendigando vivir en paz!




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Justicia por Brenda! Declaración de la emergencia nacional en violencia ya!