Javier Milei, desde el primer momento nos puso a las mujeres en la mira, como a otros sectores populares. Esto no es casual. Fuimos y somos un movimiento que conquistó derechos importantes en los últimos años, poniendo en debate los cimientos de esta sociedad patriarcal.
La victoria de la IVE, la creación del Ministerio de mujeres y diversidad, los programas como el ACOMPAÑAR, y tantos otros que logramos conseguir, son producto de una lucha que lleva muchos años en nuestro país y que tuvo un auge desde el 2015 para acá. Las ideas reaccionarias planteadas por la Libertad Avanza no sólo pretenden acallar la rebeldía de las mujeres y disidencias, sino que también buscaron quitarnos todas las herramientas que fuimos construyendo en estos años.
Ahora lo podemos ver con el ajuste al programa Acompañar, que permitía que mujeres en situación de violencia de género pudieran salir de sus casas, y rearmar una vida con sus hijos. El presupuesto destinado al programa fue un 33% más bajo en los dos primeros meses de 2024 que en el mismo período del 2023. Y esto no se debe a que la cantidad de beneficiarias se haya reducido. Los programas que buscan asistir a mujeres que sufren violencia de género fueron reducidos en un 65%, estos programas son Acompañar y la línea 144. Estos programas dependen ahora del Ministerio de Capital Humano, liderado por Sandra Pettovello.
No es solo el programa acompañar.
El programa Potenciar Trabajo, del cual 2 de 3 de sus beneficiarios son mujeres, se redujo, de acuerdo a la ejecución presupuestaria de los primeros dos meses, el 71% en comparación con el primer bimestre de 2023. El Indec pondera la importancia de esas ayudas a las mujeres: dos de cada tres personas del grupo de menores ingresos son mujeres. Además, el programa Registradas, que busca reducir la informalidad laboral en el sector de trabajadoras de casas particulares y fomentar su acceso y permanencia en el empleo registrado fue eliminado. Más la desjerarquización del Ministerio de Mujeres, género e igualdad.
Los ataques son muchos y de diferente índole, por eso nos encontramos con el deber de pelear por las herramientas que hoy nos quitan, e ir al encuentro de esas pibas que producto de las ideas que instala este gobierno, vuelven a pensar dos veces si sirve denunciar a su agresor porque no saben si tendrán el acompañamiento del Estado. Es importante profundizar la lucha por la Emergencia en violencia contra las mujeres, por una cuestión presupuestaria, y sobre todo por una reivindicación política que ponga en el centro lo colectivo y la necesidad de organizarnos para recuperar la esperanza y la felicidad. Estas medidas del gobierno vienen a destrozar todo lo que pudimos conquistar en este tiempo. Queremos un Estado al servicio de las mayorías que incluya a las mujeres, no al servicio de un de monopolios exportadores, terratenientes, grandes bancos y petroleras.
