La serie biopic “Cris Miró (Ella)”, la primer vedette trans argentina que saltó a la fama, ya está disponible en las plataformas Max y Prime. La actriz española Mira Serrano interpreta a Miró, un ícono de la diversidad sexual que marcó nuestra sociedad.
1994, Argentina. En plena calle Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires, una vedette y su guardia pretoriana de hipermusculosos ensaya en un sketch frente a cientos de butacas ocupadas en el teatro de revista Maipo. La protagonista es Cris Miró, tiene 28 años y es transgénero. “La Evita de las travestis” la describió la escritora Camila Sosa Villada, en su libro “Las malas”. Ídola de miles que, como Cris, “debían” avergonzarse de su identidad. La joven, al bailar en el teatro de “la gente de bien” porteña, al popularizarse en las revistas de modelaje y hasta en el programa de “Mirta LeGrand”, no sólo rompió esquematismos y temas tabú como la diversidad sexual en una sociedad que mira raro al niño que juega con muñecas y se prueba los zapatos de su madre. Sino también, fue una reivindicación y legitimación de la identidad para muchas travestis que debían sentir vergüenza por su “desviación”. “Cris Miró (Ella)” es una producción argentina de 8 capítulos de 30’ cada uno. Basada en el libro “Hembra. Cris Miró. Vivir y morir en un país de machos” de Carlos Sanzol, cuenta el recorrido de cómo la joven porteña, es hallada por Marito del Monte en un teatro alternativo durante una función nocturna. Cómo ve en ella una potencial belleza y destreza y, como el DT de fútbol infantil que encuentra al crack del fútbol en Villa Fiorito, la lleva a jugar en primera, para que se pruebe para trabajar con el productor Lino Patalano.
La Evita de las travestis
Ella, dirigida por Martín Vatenberg, habla también del camino al infierno del teatro de Revistas. Este subgénero de artes dramáticas es conocido por los sketchs, la música, los cuerpos brillantes expuestos con pocas prendas llenas de lentejuelas y adornos emplumados en la cabeza de las actrices. Y Ella, muestra también cómo en esta sociedad, hasta la interpretación en un teatro se rige bajo las leyes de la oferta y la demanda, cómo las vedettes deben ofrecerse como “mujeres fatales”, y cómo se construye el modelo de mujer que los varones buscan consumir: flaca, alta, con tetas, culo y siempre disponibles. La serie ahonda en la intimidad de la celebridad trans e invita al espectador a la identificación con lo que le sucede a Miró. “¿Por qué mamá no me acepta como soy? ¿Por qué cree que yo la avergüenzo? ¿Por qué insiste en tratarme de “Gerardo” si siempre fui Cris Miró?”
“La primer trans reconocida como artista”, (como dijo Flor de la V) falleció en 1999. Cris Miró (ella), una serie necesaria para tiempos en los que el Ministro de Justicia de la Nación, dice públicamente que no existe la diversidad sexual.
