
A 16 años de la sanción de la Ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia, la situación es cada vez peor. Desde el grito colectivo de Ni Una Menos (2015) se registran más de 3000 femicidios. Mientras, Milei desfinancia, niega y se burla de la violencia de género. ¡Estamos hartas!
Ser mujer en Argentina es un factor de riesgo
Escribir sobre femicidios requiere de intentar contemplar la volatilidad de las noticias: cada 26, 27 o 28 horas en nuestro país, asesinan a una mujer por el simple hecho de ser mujer. Al cerrar la redacción de esta revista, se contabiliza un femicidio cada 28 horas. Con mucha bronca y dolor, tenemos en cuenta que al salir va a quedar desactualizada “la cifra” por el recrudecimiento de la violencia patriarcal que nos asesina sin parar y que desde despachos oficiales se promueve.
Lo cierto es, que sólo en la primera quincena de octubre, asesinaron a 14 mujeres y hubo 12 intentos más. De a dos, de a tres, nos torturan, nos asfixian, nos violan, nos descuartizan, nos prenden fuego, y terminan matándonos.
En Almirante Brown Estanislada tenía 80 años, en Santa Fe Roxana 45, en Misiones Daiana 26, en Bahía Blanca Adriana 52 y Mariana 25, en San Juan Camila 22, en Salta Gladys 36, en Neuquén Azul 49. Madres, hijas, hermanas, trabajadoras, vecinas, estudiantes: ¿qué tenían en común todas estas personas? sólo que eran mujeres.Hace unas semanas, la noticia del triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, evidenció que estamos hartas, pero juntas encontramos motivos y fuerzas para seguir peleando por una argentina donde ser mujer no nos duela. No vamos a cansarnos de repetir una y otra vez que vivas y libres nos queremos.
Son cómplices y responsables
Con la asunción de Javier Milei en el 2023, llegó al poder el sector más reaccionario y peligroso de las clases dominantes que tiene como bandera una clara política antipopular, antigénero y antifeminista. Se trata de un gobierno autodenominado “libertario” pero de profundo contenido conservador y con rasgos fascistas que muestran su esencia y nos recuerda a los días más oscuros de nuestra historia.
Ante el aumento desmedido de la violencia y de los femicidios, la respuesta por parte del gobierno sigue siendo nula. Nuestras vidas, para Javier Milei, valen $0. Evidentemente “la libertad” era para Donald Trump, para los monopolios, imperialistas y terratenientes, para los bancos, las mineras y las cerealeras. Inclusive para los violentos y los femicidas es permitida la libertad, para todos, menos para nosotras.
Empezaron por cerrar el Ministerio, siguieron por desmantelar la línea 144 dejando turnos de 2 personas, quitaron los programas de prevención, protección y acompañamiento a las víctimas. Se rieron de la violencia de género, la negaron, desarticularon todo el andamiaje institucional conseguido con años de lucha colectiva. Intentaron quitar el agravante de femicidio del código penal, pero también despotrican contra nosotras avanzando en “la batalla cultural” como instrumentan sus “intelectuales”(entre comillas) Marquez y Laje, amigos del femicida Pablo Laurta.
Patricia Bullrich, la misma que ordena pegar y gasear jubilados todos los miércoles, nos culpa a las feministas por “empoderadas” y “extremas” de que “nos vuelva en contra”. Además le da la cara para mentir con los datos y asegurar que “su gobierno liberal bajó los femicidios”. Siniestra, mentirosa y sin corazón. La invitamos a leer las noticias de los medios.
El ministro de ¿justicia?, Mariano Cúneo Libarona, avaló el proyecto presentado por la senadora María Carolina Losada de la UCR – con pleno apoyo de La Libertad Avanza y del PRO – destinado a aumentar las condenas por supuestas falsas denuncias en las temáticas de violencia de género y abuso hacia las infancias.
En vez de alentar y facilitar la rápida tramitación de las denuncias, en vez de fortalecer los equipos de asistencia y patrocinio, el oficialismo ha optado por negar la existencia de estos delitos, y culpabilizar a las propias personas denunciantes amenazando con duplicar la condena penal hasta 6 años para quienes incurran en “falsas denuncias”. Son un gobierno que promueve el odio misógino, ataca los derechos de las mujeres, y fue el único en todo el mundo en votar en contra de fortalecer políticas públicas para prevenir la violencia de género. Fue Milei el que en Davos planteó eliminar la carátula de femicidio, reduciendo la condena a los femicidas.
Los discursos desde despachos oficiales no son gratis: avalan y promueven la violencia, empodera a los violentos y busca retrotraernos a las mujeres que nos animamos a hablar.
Buscan que “de esas cosas no se hable”, pero pierden de vista la potencia de nuestro movimiento, la historia de nuestras luchas y nuestra capacidad de ser prenda de unidad.
Somos miles las que nos fuimos encontrando en las calles como único camino para exigir justicia y castigo a los femicidas con multitudinarias movilizaciones, las que todo el año juntamos peso por peso para llegar a Corrientes al 38 Encuentro Plurinacional de Mujeres y Diversidades para encontrarnos y discutir cuáles son nuestros dolores, quiénes son los responsables y cómo nos organizamos para avanzar. Estamos convencidas de que como supimos ser marea, sabremos ser tsunami. Seguimos juntas, organizadas y los vamos a seguir enfrentando.
¡Seguimos en Campaña!
- Reasignación de partidas presupuestarias
- Promotoras territoriales
- Apertura de casas de protección y acompañamiento a las víctimas de violencia de género
- Asignación económica especial para las mujeres y diversidades en situación de violencia
- Patrocinio jurídico

