Hace unos días Milei criticó a la Asociación del Futbol Argentino (AFA) por oponerse a las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas) en los clubes de Argentina, y dio un paso más, avanzando en su reglamentación. ¿Cuáles son los intereses y quienes están detrás de las SAD?
Milei recientemente criticó a la Asociación del Futbol Argentino (AFA) por oponerse a las SAD (Sociedades Anónimas Deportivas) en los clubes de Argentina, y dio un paso más, avanzando en su reglamentación. Utilizó como argumento que todos los futbolistas de la selección bicampeona de América, pertenecían a clubes que son SAD. El gran detalle que omitió Milei es que todos los campeones se formaron en clubes de barrio y de pueblo, durante su infancia y preadolescencia. Si no hubiese sido por estos clubes, sus sueños de ser futbolistas profesionales se hubiesen truncado. Estos son instituciones sin fines de lucro, donde asisten miles de pibes humildes, de pocos recursos.
Una pasión popular
En el mundo entero no hay deporte más masivo y popular que el futbol y por eso, este mueve millones y millones con la compra y venta de jugadores, sponsors, publicidades, venta de camisetas, entre otros. En Argentina somos un pueblo tradicionalmente futbolero. Venimos de ser campeones en Qatar, bicampeones de América, y eso potencia aún más nuestra pasión. Ser hincha de un club es la herencia de las familias, del barrio, pueblo o ciudad en que nacimos. Para muchxs, el futbol es más que un deporte o un simple entretenimiento, es prácticamente un estilo de vida. Los domingos en la cancha, la barrita de amigos, el picadito en los potreros, las canciones de las hinchadas, las cargadas a los rivales, son parte de nuestro folklore.
Los clubes más grandes de Argentina tienen millones de hinchas, y miles de socios y gente que asiste religiosamente a la cancha para alentar a su equipo en las buenas y en las malas. Además del futbol, los clubes cuentan con una gran diversidad de deportes y de actividades recreativas y culturales fundamentales para el desarrollo de lxs pibxs y para el fortalecimiento de los lazos sociales. Durante la pandemia, (y cuando hubo eventos trágicos, como inundaciones) los clubes fueron esa trinchera para enfrentar solidariamente y colectivamente, esas emergencias. Y además, ante el avance y el crecimiento de la droga y el narcotráfico en los barrios, son indispensables para enfrentar este flagelo con deporte, conteniendo a miles de pibes y pibas que atraviesan una difícil situación.
Por todas estas razones los clubes son instituciones muy importantes en los lugares donde están. Al mismo tiempo, se despliega en estos una gran actividad y participación política. Muchos personajes de la política nacional, como Macri, construyeron y construyen su carrera usando como trampolín a los clubes deportivos.
¿Qué son las SAD?
Hace un tiempo que sectores políticos afines al macrismo, (y hoy con el apoyo de Milei), intentaban promover y concretar la idea de que los clubes dejen de ser sociedades sin fines de lucro, (como está estipulado en la mayoría de los estatutos con los que se fundaron) para ser sociedades anónimas deportivas (SAD). Esto implica que los mismos sean gerenciados y reciban fondos económicos privados de “inversionistas” y busquen generar ganancias millonarias, de las cuales, la mayor tajada la levantan en pala unos pocos. Los principales dueños de los clubes bajo este modelo son los inversionistas, y no los socios. En las SAD, los socios no participan en la toma de decisiones relacionadas con el club, ya que la responsabilidad recae completamente en los accionistas, que pueden ser empresas, individuos o entidades, a través de la representación en un Consejo de Administración. Para respaldar sus negocios, estos clubes pueden atraer inversiones extranjeras y tienen la opción de cotizar en bolsa como vías para financiar sus actividades. Detrás de muchos de estos fondos privados están los árabes con sus “petrodólares”, quienes ya se adueñaron de clubes como el PSG, el Manchester City, etc.
La realidad es que actualmente en Argentina, muchos clubes reciben fondos que no provienen solo de la cuota social. Incluso algunos, a pesar de ser muy grandes, tienen administraciones fraudulentas y números en rojo, por gestiones corruptas y negociados. Pero blanquear a los clubes como sociedades anónimas, podría llevar a que los mismos se privaticen completamente, hasta el punto de cobrar mucho más dinero por ver un partido. También que se posterguen y se desfinancien mucho más los deportes federados, que no generan las mismas ganancias que el futbol. Sumado a que se perdería el trabajo social y solidario que tanto valoramos de los clubes.
Intentan instalar la idea de que los clubes van a ser más competitivos si son privatizados, y la verdad es que hay muchos casos de clubes de Latinoamérica que pasaron a ser SAD y fracasaron deportivamente, porque solo priorizan el negocio y no la competencia. Como por ejemplo el Montevideo City Torque, Cruzeiro, entre otros. Venden y compran jugadores todo el tiempo para la primera división, porque en esto radica su negocio. No invierten en las inferiores ni en las infantiles porque consideran que esto es un gasto y no les interesa invertir a largo plazo. México es un ejemplo donde predomina está lógica y su futbol no es competitivo, sino todo lo contrario. Actualmente esto los llevó a una crisis deportiva.
Quisieron privatizarte, pero yo a vos no te vendo…
En esta vereda estamos los que queremos que los clubes sigan siendo de los hinchas y de los socios, los que amamos a nuestro club porque es una parte importante de nuestra vida. Los que entendemos el rol importante que cumplen en los barrios como trinchera frente a la droga, porque el deporte y en particular el futbol es una gran pasión y una alegría, en medio de la angustia económica que sufre el pueblo. Por eso decimos NO a las SAD, no a los negociados, y peleamos por más participación popular en la toma de decisiones de los clubes, por más presupuesto para deportes, y por que el futbol sea para todos y no para unos pocos.




