Argentina no sólo es cuna del tango, del bondi y de los campeones del mundo, también es un país hermoso y muy extenso con sus recursos y condiciones naturales únicas. En el día de la soberanía, es preciso conocer lo nuestro para defenderlo de los aves de rapiña.
La pampa húmeda es una de las 4 regiones más importantes a nivel mundial junto a la de Europa Oriental (Ucrania), Siberia Occidental (Rusia) y las grandes llanuras de EE.UU. Somos una de las reservas más grandes de petróleo crudo del mundo con los yacimientos de Vaca Muerta, el Mar Argentino y ahora también, el descubrimiento de cuencas en la Antártida. Tenemos potencial para ser el segundo país productor de gas. En nuestro norte se ubica la segunda reserva mundial de litio. Somos parte de la cuenca del plata, una de las 5 más importantes del mundo. El acuífero guaraní conserva una de las reservas más grandes de agua dulce y es nuestra la puerta de entrada a la Antártida siendo, también, el único país del mundo con mayor permanencia militar ininterrumpida en el gigante blanco. Argentina es un país que tiene el 63% del territorio en el mar, es bicontinental y bioceánico.
¿Cómo es que en un país tan rico más de 1 millón de niños se van a comer sin dormir? ¿Cómo es que el 54, 9% del pueblo vive en la pobreza? ¿cómo puede ser que en este suelo los trabajadores y los jubilados tengan salarios de hambre? Grandes montañas oprimen al pueblo argentino: la deuda, el latifundio y la dependencia. Existe una feroz y permanente disputa de todos los imperialismos por el control del Estado. Tenemos bandera, tenemos escarapela e Himno, elegimos a los gobiernos por el voto, pero los verdaderos dueños de la Argentina son esos que detentan campos verdes y pooles de siembra, los dueños de los puertos, ferrocarriles e industrias que manejan grandes fortunas con mecanismos por los cuales nunca se alcanzan a conocer a ciencia cierta, empresas fantasmas offshore, familiarizados con todos los gobiernos, incluyendo dictaduras. También es importante recordar que parte de nuestro territorio, las islas Malvinas, están actualmente ocupadas de forma ilegitima por el imperialismo inglés. La guerra justa de Malvinas, dejó una herida abierta y es la perdida de nuestra soberanía.
El gobierno más entreguista
La Ley Bases y el DNU, impulsados por el gobierno de Milei es un ejemplo de que vinieron a rematar nuestros bienes comunes y el futuro de los 45 millones de argentinos en pos de asegurarle la permanencia a los distintos imperialismos que se disputan nuestro país, principalmente al inglés y al yanqui, con gran participación del Estado sionista Israelí que viene avanzando también con la privatización del agua en las provincias andinas, ese Estado genocida que le niega el agua y la comida a millones de niños y niñas en Palestina. Los verdaderos dueños de la Argentina tienen nombre y apellido y poco sabemos de ellos: Joe Lewis, Eduardo Elsztain, Eduardo Eurnekián, Alejandro Bulgheroni, Paolo Rocca, la familia Benetton. Dueños de empresas como Pan American Energy, Cargill, Bunge, British Petroleum, Mega, Chevron, Pampa Energía, la Barrick Gold, Mekorot, Techint, entre muchas otras, son quienes nos roban los recursos, se reparten y llevan las ganancias sin dejar nada para nuestro pueblo. Ni una salita médica, tampoco escuelas. No los vemos desfilar por la legislatura ni la Casa Rosada, pero tienen sus caballos de troya que se disfrazan de funcionarios del Estado dispuestos a escribir y votar leyes o decretos a su medida; y si eso no alcanza, siempre hay sobres para comprar las voluntades de los que hagan falta para asegurar el saqueo. Tan obscena es su influencia dentro de este gobierno, que el ministerio de seguridad dictó una resolución para blindar con gendarmería las zonas productivas para “proteger” las áreas claves de la economía nacional como Vaca Muerta y las zonas con Litio.
Un pueblo y una juventud que se organiza para recuperar lo nuestro
Nos llena de esperanza y de orgullo ser parte esta corriente inmensa de lucha que protagonizamos los estudiantes, docentes, científicos e investigadores, profesionales de la salud, campesinos, los movimientos sociales, los trabajadores de la cultura y los trabajadores de las empresas estratégicas del Estado. Nosotros hacemos y defendemos la Soberanía con las manos y con nuestro cuerpo, porque como decía el Che, “toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo”. Tenemos fe en el inmenso poder que tiene nuestro pueblo para ponerse de pie; solo 7 años duró la dictadura más sangrienta y somos el país del Argentinazo, de esa gigantesca pueblada nacional que volteó a un gobierno hambreador y entreguista como el de De La Rúa, y que sacudió las estructuras de este sistema abriendo un surco profundo en la política nacional. Este país no siempre fue así, hubo otra Argentina. Existían ciudades que eran ferro-portuarias industriales, científicas, obreras, de plena ocupación, de salarios dignos, de un mar de pequeños comercios, de industria y de industria nacional, de puertos. Nosotros pudimos hacer eso y es posible volver a ese lugar que nos han robado, ese es el desafío que tenemos. Y para eso es necesaria la más amplia unidad y confluencia de todas las luchas para crear un programa nacional, integral, justo y soberano que ponga fin al latifundio y la dependencia para poder garantizar paz, pan, tierra, techo y trabajo para todos los argentinos. En el país en donde nació un mundo, yo sé que ahora, en este instante mismo, a las cuatro, a las seis pelean mis hermanos.



